Tipos de concursos de acreedores

Tipos de concursos de acreedores, Ley Concursal

En este artículo, te contamos los tipos de concursos de acreedores que existen para elegir la opción más adecuada según la situación de tu empresa.

Tu empresa está pasando por una situación económica difícil en donde los pagos se acumulan, los ingresos no son suficientes y la incertidumbre crece.

Seguro que has oído hablar del concurso de acreedores como una posible solución. ¿Pero sabes qué implica y los tipos de concursos que existen?

En este artículo vamos a tratar de guiarte a través de los distintos tipos de concursos de acreedores que existen según quien inicie la declaración del mismo y te ayudaremos a entender cuál es la opción más adecuada para tu empresa y cómo iniciar el proceso.

Podemos clasificar los tipos de concursos de acreedores según los límites que establece la propia Ley Concursal en el Real Decreto Legislativo 1/2020, de 5 de mayo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley Concursal en el que se establecen tres modalidades de concurso: el ordinario, el de especial trascendencia y el abreviado.

Por otro lado, encontramos otros dos tipos de concursos de acreedores en función de quien lo inste, es decir, el concurso de acreedores voluntario y necesario.

Veamos a continuación.

Tipos de concurso de acreedores, concurso de acreedores voluntario y necesario

Tipos de concursos de acreedores según la Ley Concursal

La mencionada Ley Concursal establece tres modalidades de concurso:

  • Concurso ordinario: Es el procedimiento estándar para empresas cuya situación financiera es compleja y requiere un análisis detallado. Este tipo de concurso se caracteriza por un proceso exhaustivo, en el que se lleva a cabo una investigación profunda de los activos, pasivos y la gestión de la empresa. Es ideal para empresas con un volumen considerable de operaciones y de deudas.
  • Concurso abreviado: Es una versión simplificada del concurso ordinario. Está diseñado para empresas de menor tamaño o con una situación menos compleja. Este tipo de concurso permite agilizar el proceso, reducir costes y también ahorrar tiempo. Es una opción adecuada para pymes que no requieren un análisis tan exhaustivo como el del concurso ordinario.
  • Concurso de especial trascendencia: Se aplica en situaciones específicas y menos comunes. Está dirigido a casos particulares que no encajan en las categorías anteriores. Este tipo de concurso puede tener reglas y procedimientos específicos adaptados a la naturaleza particular del caso en cuestión.
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Tipos de concursos en función de quién lo inste

Ya hemos visto los tipos de concursos de acreedores que existen según su naturaleza y que vienen recogidos en el citado Real Decreto Legislativo 1/2020 de la Ley Concursal.

Pues bien, dependiendo de quien solicite que se declare el concurso de acreedores, podemos clasificarlos en dos tipos.

  • Concurso voluntario: Es aquel que es solicitado por el propio deudor, es decir, la empresa que está en dificultades financieras. Este tipo de concurso permite a la empresa tomar la iniciativa para reestructurar su deuda y proteger sus activos, mientras intenta recuperar su viabilidad económica.
  • Concurso necesario: Es instado por los acreedores de la empresa. En este caso, son los acreedores los que solicitan el concurso ante la imposibilidad del deudor de cumplir con sus obligaciones. El objetivo del mismo es proteger los intereses de los acreedores y asegurar que se maximice el pago de las deudas.

¿Quién puede solicitar un concurso de acreedores y cómo puede hacerlo?

Cualquier empresa que se encuentre en una situación de insolvencia puede solicitar un concurso de acreedores.

La insolvencia se define como la incapacidad de cumplir regularmente con las obligaciones de pago exigibles, por lo que si, este es tu caso, debes declarar aquel tipo de concurso de acreedores más acorde a tu situación y así evitar responsabilidad legal del administrador para que no herede las deudas.

El proceso para solicitar un concurso de acreedores incluye los siguientes pasos:

  • Reunir la documentación necesaria: Esta incluye estados financieros, balances, cuentas de resultados y una lista detallada de los activos y pasivos de la empresa.
  • Presentar la solicitud: La solicitud se debe presentar ante el juzgado de lo mercantil correspondiente. En el caso de un concurso voluntario, la empresa debe demostrar su estado de insolvencia. Si, por el contrario, la empresa tiene que presentar el concurso necesario, los acreedores deberán probar que el deudor no puede cumplir con sus obligaciones.
  • Admisión a trámite: Una vez presentada la solicitud, el juzgado revisa la documentación y, si se cumplen los requisitos, admite a trámite el concurso de acreedores.
  • Nombramiento de un administrador concursal: El juzgado designa a un administrador concursal que será el encargado de supervisar el proceso y gestionar los bienes de la empresa durante el concurso.

¿Quién puede ser declarado en concurso de acreedores?

Cualquier empresario, PYME o tipo de empresa que no pueda cumplir con sus obligaciones de pago puede ser declarado en concurso de acreedores.

Vamos a profundizar más a continuación.

Empresas

Todas las entidades con personalidad jurídica, como sociedades anónimas (SA), sociedades limitadas (SL), cooperativas, entre otras, pueden ser declaradas en concurso de acreedores.

Estas empresas suelen tener estructuras organizativas y financieras complejas, lo que implica que el proceso de concurso puede ser más detallado y exhaustivo. En estos casos, el objetivo es reestructurar las deudas, negociar con los acreedores y buscar soluciones que permitan la continuidad de la actividad empresarial, siempre que sea posible.

Autónomos

Los trabajadores por cuenta propia también pueden solicitar el concurso de acreedores si no pueden hacer frente a sus deudas.

Para los autónomos, este proceso es fundamental, ya que su situación financiera personal está íntimamente ligada a su actividad profesional.

El concurso de acreedores permite al autónomo reorganizar sus deudas, proteger su patrimonio y, en muchos casos, continuar con su actividad profesional bajo condiciones más manejables. Es una herramienta vital para aquellos que enfrentan dificultades económicas pero desean mantener su negocio en funcionamiento.

Personas físicas

Aunque es menos común, las personas físicas pueden solicitar el concurso de acreedores en situaciones de insolvencia personal. Este caso está más regulado bajo la Ley de Segunda Oportunidad, que permite a las personas físicas renegociar o cancelar sus deudas bajo ciertas condiciones.

Este procedimiento es especialmente útil para aquellos que han acumulado deudas significativas y no pueden pagarlas con sus ingresos actuales. La Ley de Segunda Oportunidad ofrece una vía para empezar de nuevo financieramente, eliminando deudas y permitiendo una recuperación económica de forma gradual.

Consulta qué deudas de la Ley de Segunda Oportunidad se pueden cancelar en nuestro artículo.

Los plazos que hay para solicitar la declaración de concurso

Es esencial conocer los plazos para solicitar la declaración de concurso de acreedores, ya que no cumplir con ellos puede tener consecuencias legales graves.

Para el concurso voluntario, el deudor tiene la obligación de solicitarlo en el plazo máximo de dos meses desde que conoció o debió conocer su estado de insolvencia. Es recomendable actuar lo antes posible para evitar agravios mayores.

En cuanto al concurso necesario, los acreedores pueden solicitar el concurso en cualquier momento una vez que detecten que el deudor no está cumpliendo con sus obligaciones de pago, por lo que no hay un plazo específico, sin embargo, es recomendable actuar con rapidez para proteger los intereses de los acreedores.

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Un abogado especializado en concurso de acreedores puede ser la mejor solución

Enfrentarse a un concurso de acreedores como empresario puede ser una situación estresante y complicada, por eso es vital entender los diferentes tipos de concursos de acreedores que existen. Este es el primer paso para tomar la decisión acertada.

En Asoban Abogados somos abogados especializados en concurso de acreedores y nos encargamos de todos los trámites legales para que no tengas que preocuparte por nada más.
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Escrito por:
Jesús Zapatero
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