Es habitual pensar en pedir un préstamo para pagar deudas ante una sobrecarga financiera difícil de abarcar. Y aunque puede tener ciertas ventajas para quienes buscan una Segunda Oportunidad sin endeudamiento, no es recomendable para todo el mundo.
En Asoban Abogados, ayudamos cada día a personas con sobreendeudamiento. Por ello, vamos a contarte hasta qué punto es buena idea pedir un préstamo para pagar deudas y qué alternativas existen para eliminar tus obligaciones de pago de forma definitiva.
⚠️ Según el Banco de España, el endeudamiento de empresas y hogares en España aumentó en un 1,6% en 2024.
Índice del artículo
¿Cuándo pedir un préstamo para pagar deudas?
Pedir un préstamo para pagar deudas significa tener otra deuda para saldar las existentes, generalmente con el objetivo de simplificar pagos o reducir intereses. Esta estrategia puede ayudarte a evitar el sobreendeudamiento si eliges un préstamo con mejores condiciones que tus deudas actuales.
Antes de pedir un préstamo para pagar deudas, debes tener en cuenta los siguientes aspectos clave:
- Revisa tu situación económica: Calcula con precisión tus ingresos, gastos y deudas activas para saber si reunificar o refinanciar es realmente conveniente.
- Compara distintas alternativas: No te quedes con la primera opción. Analiza varias ofertas de entidades financieras y compara intereses, comisiones y plazos.
- Busca orientación profesional: Si tienes dudas sobre cuál es la mejor opción para ti, consultar con un asesor financiero puede ayudarte a evitar decisiones precipitadas.
- Evita el sobreendeudamiento: Consolidar deudas no debe ser una excusa para seguir gastando sin control. Es una herramienta para ordenar tus finanzas, no para agravar el problema.
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¿Es buena idea pedir un préstamo para pagar deudas?
Pedir un préstamo para pagar deudas es buena idea si tu nivel de endeudamiento no es alto, los intereses del nuevo préstamo son bajos y si son asequibles al plazo de cumplimiento.
Dicho de otra manera, es buena idea pedir un préstamo para pagar deudas si:

- El nuevo préstamo tiene intereses más bajos que los actuales, lo que te permite ahorrar dinero a medio y largo plazo.
- Puedes unificar varias deudas en una sola cuota mensual, facilitando la gestión y el control de tus finanzas.
- Reduce la carga mensual y te permite llegar a fin de mes sin agobios financieros, aunque el plazo total sea más largo.
- Las condiciones del nuevo préstamo son más claras y transparentes, y lo gestionas con una entidad financiera profesional y regulada.
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Inconvenientes de pedir un préstamo para pagar deudas
Los inconvenientes de pedir préstamo para pagar deudas pueden ser:
- Mayor coste total a largo plazo: Aunque la cuota mensual baje, al ampliar el plazo de devolución puedes acabar pagando más intereses y comisiones.
- Riesgo de seguir endeudándote: Si no corriges los hábitos que te llevaron al endeudamiento, puedes volver a acumular nuevas deudas y agravar el problema.
- Falsa sensación de alivio financiero: La reducción temporal de la presión económica puede llevar a una gestión irresponsable si no hay planificación.
- Condiciones poco transparentes: Algunos préstamos esconden costes extra en la letra pequeña, como seguros, gastos de apertura o penalizaciones por impago.
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Pedir un préstamo para pagar otro: ¿es recomendable?
Pedir un préstamo para pagar otro suele ser una solución temporal que agrava el problema. En la práctica, encadenar deudas genera más intereses, comisiones y riesgo de impago, lo que puede derivar en incautación de bienes. Antes de asumir nuevas obligaciones con el banco, es importante valorar otras alternativas legales que veremos más adelante.
6 alternativas a pedir un préstamo para pagar deudas
Existen diferentes formas de pedir un préstamo para pagar deudas, cada una de ellas con sus propias condiciones de pago.
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1. Agrupar deudas en un único préstamo (reunificación)
Esta opción es la que se conoce como reunificar deudas, es decir, se trata de pedir un préstamo para pagar otro. Consiste en fusionar todos tus créditos pendientes en uno solo. Así, pasas a tener una única cuota mensual, generalmente más baja que la suma de las anteriores. Esta puede parecer una mejor opción para organizar mejor tus finanzas y tener más claridad sobre lo que pagas, pero a largo plazo tampoco soluciona el problema del sobreendeudamiento.
⚠️ Ten en cuenta que esta solución suele implicar un plazo de amortización mayor, lo que puede aumentar el coste total por intereses y comisiones a largo plazo.
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2. Prestamistas particulares
Acudir a prestamistas privados puede parecer una salida rápida, pero suele implicar riesgos importantes. Estas personas operan fuera del sistema financiero regulado, con condiciones opacas y, en muchos casos, abusivas.
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3. Créditos rápidos online o por teléfono
Los minicréditos se caracterizan por su inmediatez: algunos se conceden en cuestión de minutos, incluso a través de apps o plataformas como WhatsApp. Los requisitos suelen ser mínimos, lo que los hace accesibles.
Sin embargo, su coste suele ser muy elevado y las comisiones e intereses pueden superar con creces los de otros productos financieros. Si estás en una situación de sobrendeudamiento, no deberías considerar esta alternativa.
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4. Solicitar un préstamo personal a tu banco
Los bancos ofrecen préstamos personales con tipos de interés más razonables en comparación con los créditos rápidos. No obstante, exigen cierta solvencia y un historial de pagos favorable. Si ya tienes otros productos con la entidad (como una hipoteca) podrías negociar mejores condiciones.
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5. Pedir ayuda a familiares o amigos
Solicitar dinero prestado a tu círculo cercano puede ser una opción sin intereses. Sin embargo, conviene formalizar el acuerdo por escrito, idealmente ante notario, para evitar posibles conflictos personales.
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6. Refinanciar tu deuda actual
Algunas entidades están dispuestas a renegociar condiciones si atraviesas dificultades. Esto se traduce en plazos más amplios o tipos de interés más bajos para que puedas ponerte al día sin incumplimientos. Dicho con otras palabras, no tendrás que pedir un préstamo para pagar deudas.
⚠️ Es una medida especialmente útil cuando la deuda ya está en fase de impago o si se ha comunicado con antelación una situación de vulnerabilidad. No recomendamos esta vía en una situación de sobreendeudamiento.
Otras formas de eliminar deudas sin pedir un préstamo
Existe la opción de liberarte de sobrecarga financiera sin tener que pedir un préstamo para pagar deudas: se trata de la Ley de Segunda Oportunidad y del Plan de Pagos.
Mecanismo de Segunda Oportunidad:
Permite a particulares y autónomos eliminar parte o la totalidad de sus deudas si demuestran buena fe y situación de insolvencia. Es la mejor opción para quienes ya no pueden hacer frente a sus pagos ni renegociarlos.
Plan de Pagos:
Es una reestructuración acordada con los acreedores para pagar la deuda en plazos más realistas. No elimina la deuda, pero sí facilita su devolución sin recurrir a nuevos préstamos ni intereses abusivos.
Asoban Abogados, especialistas en resolución de deudas
Con la Ley 25/2015, puedes empezar de cero sin cargas económicas. Podrás establecer un plan de pagos ajustado a tus posibilidades, frenar embargos en curso y ganar margen de tiempo para estabilizar tu economía. Incluso es posible cancelar parte o la totalidad de tus obligaciones de pago.
Si estás buscando un abogado de Segunda Oportunidad, en Asoban Abogados te acompañamos en todo el proceso, desde el análisis inicial hasta la tramitación completa del expediente. Nuestro equipo se encargará de todo para que puedas centrarte en recuperar tu bienestar financiero. Solicita ahora tu primera consulta gratuita y da el paso definitivo hacia una vida sin deudas rellenando el formulario de contacto.