La prescripción de deudas es una de las mayores preocupaciones para quienes arrastran sobrecarga financiera. Conocer sus plazos es fundamental, pero esperar no siempre es la mejor estrategia. El mecanismo de Segunda Oportunidad a través de la Ley 25/2015 puede ser la solución.
En este artículo te explicamos que es una prescripción de una deuda, cuáles son los plazos de prescripción de deudas según cada tipo de obligación y qué otras alternativas legales tienes para superar el sobreendeudamiento.
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¿Qué es la prescripción de deudas?
La prescripción de deudas en España es el plazo legal tras el cual un acreedor ya no puede reclamar el pago de una obligación pendiente según el artículo 1964.2 del Código Civil.
Este periodo depende del tipo de deuda: en la mayoría de casos de obligaciones personales y comerciales el plazo es de 5 años, frente a los 4 años que aplica a deudas con Hacienda o las deudas con la Seguridad Social (TGSS), o el año que corresponde a obligaciones laborales y de responsabilidad civil.
⚠️ Es importante tener en cuenta que la prescripción de deudas puede interrumpirse si el acreedor inicia un procedimiento judicial o extrajudicial para reclamar la obligación de pago, lo que reinicia el cómputo del plazo.
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Plazos de prescripción de deudas según el tipo de obligación
Los plazos de prescripción de deudas van desde 1 año a 20 años según el tipo de obligación financiera. Es fundamental conocer dichos plazos, ya que una vez superado el tiempo estipulado, el acreedor pierde el derecho a reclamar la deuda judicialmente.
- Prescripción de deudas hipotecarias: 20 años
- Prescripción de deudas personales: 5 años
- Prescripción de deudas fiscales: 4 años
- Prescripción de deudas con la TGSS: 4 años
- Prescripción de deudas por alquiler: 5 años
- Prescripción de deudas comerciales: 5 años
- Prescripción de deudas laborales (salarios pendientes): 1 año
- Prescripción de deudas derivadas de responsabilidad extracontractual: 1 año
Cómo se interrumpe la prescripcion de una deuda
En España, se puede interrumpir la prescripción de una deuda cuando la reclama formalmente el acreedor o cuando el deudor la reconoce.
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Cuando el acreedor reclama la deuda
Cada vez que el acreedor inicia una reclamación formal, el plazo de prescripción de una deuda se interrumpe. Esto puede suceder mediante el envío de una carta, un burofax, un requerimiento notarial o incluso a través de una demanda judicial. En ese momento, aunque ya haya transcurrido parte del tiempo legal, el contador se reinicia y el acreedor vuelve a disponer del plazo íntegro para exigir el pago de la obligación.
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Cuando el deudor reconoce la deuda
La prescripción de la deuda también se interrumpe si el propio deudor reconoce la existencia de la obligación de pago, ya sea de manera expresa o tácita. Este reconocimiento puede darse en una conversación con el banco, en un correo electrónico, en una llamada telefónica o al negociar un aplazamiento o fraccionamiento. En cualquiera de estos casos, admitir que la deuda existe reinicia automáticamente el cómputo del plazo de prescripción de deudas.
Cómo solicitar la prescripción de una deuda: 4 pasos
Para solicitar la prescripción de una deuda en España es necesario comprobar el tipo de obligación y su plazo legal, verificar que dicho plazo no se haya interrumpido y alegar la prescripción ante el acreedor o, en su caso, ante un juez.
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1. Identifica el tipo de prescripción de deuda y su plazo
Como ya hemos visto, no todas las obligaciones financieras prescriben y los plazos son distintos según el caso. A modo de resumen, debes saber que la mayoría de la prescripción de deudas bancarias o personales prescriben a los 5 años, mientras que las obligaciones con Administraciones Públicas prescriben a los 4 años.
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2. Verifica que no se haya interrumpido la prescripción
Si tienes dudas de cómo pedir la prescripción de una deuda, el segundo paso fundamental es comprobar que el plazo no se haya interrumpido. Esto significa que durante ese tiempo no debe haberse producido ningún reconocimiento de la obligación. Del mismo modo, el acreedor no debe haber ejercido ninguna reclamación judicial ni extrajudicial dentro del plazo de prescripción de una deuda, ya que cualquiera de estas acciones reiniciaría el cómputo del plazo y retrasaría la posibilidad de alegar la prescripción.
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3. Alegar prescripción de deuda
Se puede alegar prescripción de deuda por dos vías: la judicial y la vía extrajudicial.
- Vía judicial: si recibes una demanda, deberás plantear la prescripción de deuda como defensa ante el tribunal, dentro del plazo de contestación.
- Vía extrajudicial: puedes enviar un escrito al acreedor notificando que la obligación ha prescrito y que, en consecuencia, no estás obligado a pagar.
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4. Acreditar la prescripción si es necesario
En el caso de las obligaciones con entidades públicas, se puede solicitar la declaración de prescripción mediante un procedimiento administrativo. Si ya tienes una resolución judicial que reconoce la prescripción de deuda y aún apareces en ficheros de morosidad como ASNEF o Badexcug, podrás exigir tu eliminación aportando dicha resolución.
Consecuencias legales de la prescripción de deudas
Cuando una obligación de pago caduca, el acreedor pierde el derecho a reclamarla judicialmente, el deudor queda liberado de la obligación legal de pago y solo podrá beneficiarse de este efecto si alega expresamente la prescripción. Es decir, la deuda sigue existiendo, pero ya no puede exigirse por la vía legal.
Para entenderlo mejor, estas son las consecuencias más relevantes de la prescripción de deudas:

- Extinción de la acción legal: el acreedor no puede iniciar ni continuar un proceso judicial para cobrar la deuda.
- Liberación de la obligación de pago: el deudor deja de estar obligado legalmente a cumplir con la deuda.
- Necesidad de alegar prescripción de deuda: la prescripción no se aplica de oficio, sino que debe plantearse como defensa en un juicio o ante el acreedor.
- Persistencia de la obligación: aunque no pueda reclamarse judicialmente, la deuda sigue existiendo en el plano contable.
Alternativas a la prescripción de deudas: la Ley 25/2015
Existen varias alternativas a la prescripción de deudas como la negociación extrajudicial con los acreedores y el mecanismo de la Segunda Oportunidad.
Confiar únicamente en la prescripción de deudas suele ser una estrategia arriesgada, porque no ataja el problema del sobreendeudamiento de raíz. Veamos en detalle estas alternativas:
Negociación extrajudicial con los acreedores: en algunos casos es posible pactar reducciones, quitas o fraccionamientos de la deuda sin necesidad de acudir a un procedimiento judicial.
Ley 25/2015 (conocida como Ley de Segunda Oportunidad): un mecanismo legal pensado para quienes no pueden afrontar sus deudas pese a sus esfuerzos, que permite exonerar parcial o totalmente dichas obligaciones pendientes y empezar de nuevo sin esa carga financiera.
Si tu objetivo es liberarte de las obligaciones de pago de manera definitiva, la Ley 25/2015 es la herramienta más eficaz. A diferencia de la prescripción de deudas, que depende del paso del tiempo y de que no se interrumpa el plazo, esta ley ofrece una vía clara, regulada y rápida para eliminar obligaciones y recuperar la estabilidad económica.
Preguntas frecuentes sobre la prescripción de deudas
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¿Cuántas veces se puede interrumpir la prescripción de una deuda?
No existe un límite en el número de veces que se puede interrumpir la prescripción de una deuda en España. Cada vez que el acreedor presenta una reclamación formal (ya sea judicial o extrajudicial) o cuando el deudor reconoce la deuda, el plazo de prescripción se reinicia desde cero. Esto significa que el acreedor puede interrumpir el cómputo tantas veces como realice estas acciones, prolongando de manera indefinida la posibilidad de reclamar el pago.
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¿Qué deudas prescriben más rápido?
Las deudas que prescriben más rápido suelen ser las de servicios o suministros, como el agua, gas o electricidad, que en muchos casos prescriben en un plazo de 3 años.
No obstante, este plazo puede variar según la legislación de cada país.
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¿Cómo afectan los acuerdos de pago o la renegociación de deudas a los plazos de prescripción?
Los acuerdos de pago o la renegociación de una deuda pueden interrumpir el plazo de prescripción. Cuando se llega a un acuerdo con el acreedor, el plazo se reinicia, lo que significa que si se renegocia o se efectúa un pago parcial, se vuelve a contar desde cero el tiempo para que la deuda prescriba.
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¿Qué implicaciones tiene la prescripción de una deuda judicialmente reclamada?
Si una deuda ha sido judicialmente reclamada antes de que prescriba, el plazo de prescripción de una deuda se interrumpe. Esto implica que el plazo de prescripción deja de contar mientras dure el proceso judicial, lo que prolonga el tiempo en el que el acreedor puede exigir el pago.
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¿Se puede reclamar una deuda después de su prescripción?
Una vez que la deuda ha prescrito, el acreedor no puede reclamarla judicialmente. Sin embargo, es posible que intente hacerlo de manera extrajudicial, aunque el deudor no está obligado a pagar una deuda prescrita si se opone legalmente a ello.
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¿Cómo afecta la prescripción de deudas a mi historial crediticio?
La prescripción de deudas no siempre elimina su impacto en tu historial crediticio. En algunos países como España, las obligaciones prescritas pueden seguir apareciendo en informes de crédito durante varios años, afectando tu capacidad para solicitar nuevos préstamos.