La Ley de Segunda Oportunidad ofrece un rayo de esperanza para aquellos que se encuentran atrapados en una montaña de deudas desesperante. Pero, ¿qué significa realmente ser un deudor de buena fe? ¿Qué características debe tener una persona para ser considerada como tal? Acompáñanos a explorar este concepto.
¿Por qué hay particulares y autónomos que tras un periodo de sobreendeudamiento logran cancelar sus deudas y comenzar de cero, y otros que no?
La respuesta es simple: los primeros se han preocupado de informarse adecuadamente y buscar asesoramiento profesional, mientras que los segundos pueden haber cometido errores al manejar su situación financiera o no han seguido el proceso legal correcto.
Si eres un deudor de buena fe y quieres cancelar deudas por ley porque te encuentras en una situación de insolvencia o prevés que lo estarás en el corto plazo, debes tomar acción y buscar el apoyo necesario para acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad.
En este artículo, profundizaremos en qué significa ser un deudor de buena fe y qué características debe tener una persona para considerarse como tal. De paso, también te ayudaremos a comprender cómo puedes beneficiarte de esta ley y comenzar a vivir la vida que mereces desde cero.
Índice del artículo
Toggle¿Qué es el deudor de buena fe?
El concepto de deudor de buena fe se refiere a la actuación honrada de una persona que se encuentra en una situación de deuda sin haberla provocado mediante malas acciones o engaños. En otras palabras, un deudor de buena fe es alguien que contrajo deudas en un momento en el que honestamente creía que podía pagarlas y que no ha incurrido en prácticas deshonestas o fraudulentas para obtener crédito.
Ten en cuenta que este principio de buena fe es un criterio esencial en la Ley de Segunda Oportunidad, ya que permite determinar si una persona puede ser exonerada de sus deudas y, por tanto, liberarse de ellas.
¿Cuáles son las características del deudor de buena fe?
Más allá de las calificaciones jurídicas o del contenido normativo, existen una serie de características propias de este tipo de deudor. Para que podamos considerar que se trata de un deudor de buena fe es necesario cumplir con una serie de requisitos que la ley establece, y que están diseñados para asegurar que solo las personas que realmente actuaron de manera honesta y transparente puedan beneficiarse de la exoneración de sus deudas.
Estas características incluyen:
- No haber sido declarado culpable en un concurso: Antes de la reforma de la Ley Concursal en 2022, esto significaba que el concurso no debía haber sido declarado culpable y que el deudor no debía haber cometido ciertos delitos en los últimos 10 años. Aunque la ley ya no lo especifica directamente, aún se considera un punto relevante.
- No haber cometido delitos graves: En los 10 años anteriores a la solicitud, el deudor no debe haber sido condenado por delitos graves relacionados con el patrimonio, el orden socioeconómico, la Hacienda Pública, la Seguridad Social o los derechos de los trabajadores, a menos que haya cumplido con todas las responsabilidades derivadas de dichos delitos.
- No haber recibido sanciones graves: Como deudor, no debes haber sido sancionado por infracciones tributarias muy graves o por incumplimientos con la Seguridad Social o el orden social en los 10 años anteriores a la solicitud, salvo que hayas cumplido completamente con dichas responsabilidades.
- No haber proporcionado información falsa o engañosa: Debes haber actuado de manera transparente y honesta en tus obligaciones financieras y en el proceso de solicitud de exoneración.
- Colaboración y buena fe en el procedimiento concursal: También debes haber cumplido con los deberes de colaboración e información hacia el juez y la administración concursal.
¿Es suficiente con ser deudor de buena fe para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?
Cuando nuestros clientes nos preguntan si es suficiente con ser deudor de buena fe para acogerse a la Segunda Oportunidad, les explicamos que este es un requisito fundamental, pero no es el único. Para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad, también se deben cumplir otros requisitos adicionales, como los que mencionamos a continuación:
- Estar en situación de insolvencia: La insolvencia puede ser actual, es decir, que tu situación no te permita hacer frente a las deudas en el presente, o inminente, cuando se prevé que no se podrá cumplir con las obligaciones en los próximos meses.
- Tener deudas con al menos dos acreedores: Es necesario que las deudas sean con más de un acreedor para poder acogerse a la ley.
- No haber obtenido la exoneración de deudas en los últimos años: No se debe haber beneficiado de la exoneración del pasivo insatisfecho en los cinco años anteriores si hubo liquidación de masa activa, o en los dos años anteriores si hubo un plan de pagos.
Cumplir con estos requisitos asegura que realmente necesitas y mereces una segunda oportunidad para empezar de nuevo sin el peso de las deudas. En este contexto, la ley es una herramienta poderosa para aquellos que se encuentran agobiados por deudas y buscan una forma de empezar de nuevo. Por tanto, ser considerado un deudor de buena fe es crucial para poder acceder a los beneficios de esta ley.
En este punto, es importante contar con asesoramiento legal especializado para guiarte a través de este proceso y asegurarte de que cumples con todos los requisitos necesarios. Cuenta con Asoban Abogados y te brindaremos la orientación necesaria para comenzar tu camino hacia un futuro sin deudas.
Puedes conocer más detalles de la Ley 16/2022, de 5 de septiembre, de reforma del texto refundido de la Ley Concursal, en este enlace.